Tuesday, July 12, 2011

Los Boy Scouts en Puerto Rico 1910-1927

Los sonidos de la noche caribeña bajo la estela de miles de estrellas. En el centro, una luz naranja vida con el crujir de la fogata y a su alrededor una banda de muchachos buscando juntos la promesa de aventura y hermandad que solo puede ofrecer el Escutismo.

El movimiento de los Boy Scouts o Niños Escuchas ha sido fuente de experiencias y vivencias de formación para cientos de miles de jóvenes en Puerto Rico. Líderes políticos, científicos, empresarios, líderes laborales, líderes sociales y comunitarios y miles de padres y hombres puertorriqueños de buenos valores han comenzado sus primeros pasos en este gran movimiento. Al cumplirse 100 años (1910-2010) de la fundación del movimiento de los Boy Scouts of America en los Estados Unidos surge las inevitables preguntas, ¿Cuando llega el movimiento de los Boy Scouts a Puerto Rico? ¿Quienes fueron los primeros Scouts? ¿Que condiciones históricas, políticas y sociales promovieron su establecimiento y desarrollo?

Este trabajo pretende arrojar luz en los primeros 17 años del movimiento en la Isla. El mismo consiste en la recopilación de material impreso, escrito y fotográfico, de esa época que documente la presencia del movimiento en la isla. Esto incluye artículos en revistas locales y de EU, boletines regionales y revistas de organizaciones religiosas y cívicas, periódicos de Puerto Rico y de Estados Unidos, entradas en libros de historia del movimiento de BSA, informes oficiales del gobierno militar de Puerto Rico y organismos y revistas oficiales del BSA. El enfoque en ese periodo de tiempo (1910-1927) se debe a que es el menos conocido y del cual la mayoría de las personas o ignoran que existía o si saben que existían piensan que solo era un pequeño comienzo y que el escutismo realmente comienza en el 1927 bajo la creación del hasta ahora Concilio de Puerto Rico de BSA. Pero la búsqueda y la investigación histórica demuestran que la fundación del escutismo en Puerto Rico es reflejo de la ola imparable que presenciaron todos los estados y territorios de los Estados Unidos de América en aquellos primeros años. Inclusive, propone como nuestra relación política-militar con la metrópolis de la época sirvió en cierta medida para promover arduamente el movimiento en la Isla, haciendo que el escutismo sembrara raíces fuertes en nuestra tierra.